domingo, 16 de agosto de 2009

Viaje al Norte - Día 7 - Purmamarca

No tenía muchas ganas de escribir.... pero me hace bien. Aparte el otro día encontre una especie de diario muy MUY trucho que escribi de mi viaje de egresados, hace 4 o 5 años, y está muy bueno tenerlo, te trae recuerdos q hoy tengo super latentes porque fue un viaje reciente; pero que a veces el tiempo dispersa o marea. Asique aquí voy con mi séptimo día de viaje.
Purmamarca, nos levantamos, y queriamos ir con Ari a las Salinas... la idea era ir a las
Salinas, y cuando llegaramos, ir para Tilcara, pero los yankis y Romi se había copado con el lugar y querían descansar, asique decidimos quedarnos con ellos, y al otro día irnos temprano para Tilcara a dedo. Después de desayunar, llamamos a un remisero que nos había dejado el teléfono;
y nos fuimos para el pueblo para que nos lleven
a las Salinas. Tuvimos que esperar porque el que nos dijo que nos iba a llevar ya se había ido. A esta altura ya teníamos claro que el viaje se estaba alargando... pero bueno, la estabamos pasando bien, y estabamos tranquis, pensamos en acelerar más adelante.
Cuando al fin consiguieron dos personas más para ir a las Salinas, nos fuimos en el remis.
Para nuestro malestar, los personajes en cuestión eran dos porteños insoportables, que hacían preguntas estúpidas tales como
- ¿Por qué el cerro de los 7 colores se llama de los 7 colores? - A mi casi me agarra un ataque cuando escuche semejante pregunta redundante que no haría un niño de 7 años nisiquiera. Así todo el viaje, pero como con Ari estabamos cansadas y el viaje era largo, ibamos medio durmiendo, escuchando un cd de un cantante folklorico jujeño que tenía solo 5 canciones; por lo cual escuchamos un promedio de 4 o 5 veces cada canción.... ya las sabíamos de memoria!

El camino tenía muchas curvas, y subía muchísimo, llegamos a uno de nuestros puntos máximos sobre el nivel del mar, sacamos un par de fotos y nos metimos enseguida en la camioneta porque moriiiiamos de frío, había muchisimo viento.

Seguimos y llegamos a las Salinas. Son un lugar increíble, metros y metros y metros de terreno plano, liso, y blanco. Es como un desierto blanco en el medio de las montañas. Había algunos artesanos totalmente cubiertos con pasamontaña y anteojos de Sol por el resplandor, y algunos turistas como nosotras que recorrían y paseaban por las Salinas. Nos sacamos un par de fotos más y robamos un poco de sal para la cena; y después nos volvimos, también durmiendo y con el jujeño a más no poder en la radio. Estabamos super cansadas de la aventura del día anterior, esas escaladas por las montañas donde tu vida corre peligro son realmente agotadoras, jejeje.

Llegamos a Purmamarca, y nos fuimos para el cerro de los siete colores a tomarnos unos mates. Nos encontramos con dos chicos de los que acamparon con nosotras la primera noche, y hablamos ahí con ellos, lo mismo que con la Rolly q andaba por la plaza, y nos volvimos para nuestro humilde hogar a ver en q andaban los satrapas con los que viviamos.
Cuando llegamos Romi (o mami) estaba a full con Eva cocinando dulce de cayote; una especie de fruta del tamaño de una sandía, dulce y como en hebras. Asique los yankis se fueron al pueblo a comprar comida, y nosotras nos quedamos con Eva ayudándola a hacer el dulce, y con José. Hablamos mucho con Eva y nos terminamos de enamorar de esa mujer, era realmente un amor. De hecho le prometí que le iba a mandar un libro, "Eva Luna", que se lo compré, pero todavía no se lo envié. El martes se lo envio, muero porque le llegue! la sonrisa de esa señora transmitía pura paz! Creo que podría pasarme tardes y tardes tomando mate y hablando con Eva y jamás me cansaría de ese bienestar que te transmite la gente simple, humilde y feliz que hay dispersa por todo este país.

Llegaron los yankes, y entre Mami y Rob fueron a hacer la comida, comimos polenta y la primera versión de la muy popular sopa de Zapallo de Rob que después se repetio.... pero eso mas adelante. Asique dejamos a Eva que termine el dulce solita; y nos fuimos para nuestra casa, después de comer, y siendo nuestra última noche en Purmamarca, aprovechamos para ver el espectáculo que nos ofrecía la naturaleza, antes que salga la Luna; y nos tiramos en unas piedras por ahí, cerquita, en unas lomas, a ver las estrellas.... mientras contabamos chistes malos, SUPER MALOS, como MORON MORON PIEDRAS EN EL COXIS, o q es el lodo, un pajado vede... jajaja, pero a esa hora, en el medio de la montaña, era toda una comedia nuestras boludeces.

Cuando nos gano el frío nos volvimos a nuestra casita; y yo me puse a lavar en plan enfermita, ya no tenía medias limpias ni nada; mientras mami leia y yo pobre.... le revoloteaba alrededor; hasta que me fui a dormir, y así se termino nuestro séptimo día... a dormir temprano que al otro día había que llegar a dedo a Tilcara.

No hay comentarios: