miércoles, 30 de diciembre de 2009

Viaje al Norte - Dia 13 - Iruya / La Quiaca / Villazón


Tengo que terminar ese diario antes de irme! o sea... ya! pero llego; perdón por dejarte colgado Norte querido!!

Bueno, el relato del día 13 es super especial.... porque fue el día que finalmente LLEGAMOS A BOLIVIA!! Empecemos desde el inicio de día igual como siempre; en Iruya. Nos levantamos; agarramos nuestras cosas y con verguenza vimos el asqueroso piso que le dejamos a Celestino; lleno de vino (la pacha estaba borrachísima en el norte); no posta; una verguenza ese piso; pero
bueno; fue el resultado del habitat que creamos en los días que estuvimos en Iruya y de dormir todos juntitos juntitos y contentos. Lu se sentía medio mal; estaba con fiebre y para que se
quede tranqui; la acompañe al hospital en Iruya mientras los demás fueron para la
entrada del pueblo; de donde salía el micro para ir hasta la ruta. El hospital mas chiquito y humilde que vi en mi vida; la atendieron y le dijeron que se tenía que cuidar; pero que en principio no tenía nada; asique más tranquilas nos fuimos con el resto. Tuvimos la mala suerte de cruzarnos con los personajes indeseados ahí; por lo cual se nos pegaron; y el grupo creció un poquito más por un momento; también en un momento cayeron los cordobeses que habíamos conocido en Humahuaca y ahí eramos una banda de gente!! Igual la familia seguía siendo nuestra familia; y los otros eran paajeros. Era el último dia de Rob, queya se volvía y Mami y Sherpa se iban primero para Humahuaca. El resto nos bajabamos en el cruce con la ruta para hacer dedo; e ir para la Quiaca; asíque ahí nos despedimos de Sherpa
y Mami pero con vistas de volver a vernos. Esperando entre malabares y demáses; llego el micro y abandonamos así el hermoso pueblito de Iruya. Nos bajamos en la ruta; y Lu que estaba medio al; los insoportables q no aportaban nada; nos fuimos con Ari a hacer dedo; para que vayan levantando gente. Logramos parar un auto que llevo a Lu y a uno de los insoportables; y en un momento distraídas; vemos como Guille, Ema, Diego y el otro insoportable se suben a un micro; y nos dejaban ahí varadas porque en teoría "a nosotras nos levantaban rápido"; cosa que fue verdad; paso un camión y nos levanto! P
ero flojo eso de irse así de la nada; con Ari no entendíamos nada!! asique viajamos en el camión, lamento de verdad no acordarme el nombre del hombre que nos llevo; que nos aviso que tenía que parar primero en Tres Cruces; que esta el control aduanero a sellar unos papeles; y de ahí a la Quiaca.
Tres cruces es uno de los pueblos más fantasmas que vi en todo el norte; más que Aura Pampa; ahí si que no había nada; nisiqueira el camino. Camino a la Quiaca había muchas cosas tristes; muchas vías abandonadas que habían dado vida a pequeños pueblos; una ruta construída que no se usaba más; kilometros de Argentina sin poblar ni aprovechar; etc... lo de siempre.
Ya en el anochecer; llegamos a la Quiaca y después de fotos, saludos y festejos; nos dimos cuenta que estabamos en una ciudad fea; nada de pueblitos pintorescos, y que mejor nos poníamos nuestra careta de poker porque las tourists eran blanco fácil. Nos contactamos con los chicos; y nos encontramos todos en una plaza. Estaban discutiendo si cruzar ese día mismo a Bolivia porque allá era más barato o quedarse en la Quiaca.
En esa discusión cae una minita boliviana con dos flacos; y nos entran a hablar; cuestión que la mina nos invita a su casa. Yo casi entro en un ataque de pànico; pensé que nos iban a robar todo ahí; pero como eran mayoría hombres de nuestro grupo; era mejor ir con ellos que separarse; asique sin muchos ánimos nos dispusimos a cruzar a Bolivia de noche. Cuando nos estabamos acercando a la frontera vemos que aparecen Sherpa y mami y los
saludamos con mucha alegría; aunque el Sherpa no quizo cruzar porque para los americanos es más bardo el tema de esa frontera.... o bueno; eso nos dijeron :p ; asique se quedaron.
Ese día Estudiantes jugaba la final; yo mataba por un televisor, pero no iba a tener cuorum asique no lo intenté; prefería cruzar con ellos a quedarme sola en la quiaca mirando tele; cruzamos a Bolivia; ojos bien abiertos y manos sobre la mochila; ese momento fue de pánico; la pase mal; la mina
esta decía que teníamos que atravesar todo el mercado para irnos a tomar unos taxis baratos; a esa altura lo que menos me importaba era la economía. Finalmente en un taxi llegamos aun barrio de calle de tierra; poquísima luz; era donde vivía; y bueno; nos acomodamos en unos colchones abajo de una carne secándose cual ropa; y mientras estabamos ahí otros habían ido al mercado a comprar la cena. Villazón es lejos; un lugar super olvidable; un lugar fronterizo y para nada lindo. Comimos un arroz con osobuco que nos preparo;
que estaba rico; y después entre Lu enferma y Guille medio apunado; nos fuimos a dormir; todos medio acurrucados por el frío y el poco espacio. Así termino nuestro día 13; al otro día volviamos con Ari para Argentina para ir a Yavi... en teoría seguía subiendo.... todo en teoria.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Viaje al Norte - Dia 12 - Iruya

Las intenciones de este día eran levantarse temprano.... bueno... eso no paso; asique no pudimos ir a San Isidro como teníamos planeado. Después de muchos días de andar en grupo, sin embargo, con Ari decidimos emprender camino al pueblo perdido en la montaña y ver si podíamos volver en el día; era bordeando un río en principio; bastante largo; y después había que subir. Tampoco nunca llegamos; pero nos fuimos cruzando gente, y dos personajes; los únicos totalmente olvidables del norte, dos platenses bananas, que caminaban con un trípode por la vida; y claro, ellos con el trípode y yo con mi cámara; la gente ya se imaginaba que estabamos haciendo una producción. Bueno; claro que no, el trípode de ellos no tenía razón de ser porque tenían una camarita minúscula; creo que lo usaban más de bastón o para lucirlo que con un criterio real. Caminamos un poco con ellos hasta que finalmente logramos despegarnos; y ya muy cansadas y viendo que no llegabamos a San Isidro; elegimos actividad de lagarto; elegir una piedra y tirarnos al Sol a charlar. Charlamos de muchas cosas; del pasado; del amor; de nosotras, un rato laaaargo hasta que recuperamos fuerzas y todo se empezo a nublar con ánimos de llover. Ahí emprendimos de nuevo el camino hacia Iruya a encontrarnos con nuestran tan querida familia que habíamos abandonado por unas horas. Estaban todos comiendo empanadas que hacía la señora de Celestino; asique le encargamos nosotras también para cenar; y esa noche tuvimos nuestra buena y última dosis de las empanadas salteñas, riquísimas por cierto. Y mismo que todas las noches, podridito, cabe destacar que esa noche la pacha tenía MUCHA sed y el piso quedo hecho un ASCO; pero ya que daba verguenza; noche tranquila; al otro dia nos ibamos de Iruya y el primero de nosotros abandonaba el buque, Rob había decidido no cruzar a Bolivia y se volvía al otro día; y Mami y Sherpa iban para Humahuaca antes que para la Quiaca donde ibamos el resto. Asique fue una noche especial; la primera en la que nos empezamos a despedir; cosa que hicimos más de la mitad del viaje porque viajabamos con la separación latente; y en mi caso; las ganas de estar juntos mucho más. Este post es corto; parece que los posts cada vez se acortan más; es que en algún momento del viaje empezamos a vivir otras cosas más personales que no van acá, como esa charla con Ari; como esa mañana en Iruya, cosas para mi corazón; pero no para mi diario de viajera jaja; y como también dije; el ritmo adentro de nosotros era otro; y eso hace que pasen otras cosas...

sábado, 5 de diciembre de 2009

Viaje al Norte - Dia 11 Humahuaca / Iruya


Tengo que terminar de poner este diario; pronto se acercan nuevas aventuras y esto está atrasado; floja yo eh! Bueno... continúo. Nos despertamos temprano ese dia en Huamhuaca porque nos teníamos que ir a Iruya y el micro salía a las 10; y había que comprar pasajes. Así que todos arriba; armamos bolsos y nos fuimos a la terminal de Humahuaca; ahí compramos pasajes y conocimos a dos chicas mas que se unieron a nuestra ya gran familia y ensalada q viajabamos juntos... El viaje a Iruya es muy especial;
es de aproximadamente 5 o 6 horas; con
una sola parada en un pueblito; y es un desvío de la ruta nueve; el camino es todo de ripio; con precipicios; subidas y bajadas; no hay nada; y se ven unos paisajes increíbles; pero por tanta vuelta es super cansador.
Además de la parada en el pueblito; para en el límite entre Jujuy y Salta (Iruya queda en Salta); a una altura muy alta; donde se puede ver el valle desértico y unos cielos norteños azules increíbles. Seguimos camino después de estas paradas, viajabamos con gente de ahí que para ir a un hospital un poco más grande que el de Iruya que es una casa antigua; tenía que viajar hasta Humahuaca; y gente que iba y venía por negocios. También otra cosa que me llamo la atención es la cantidad de la gente que subia y bajaba de la mitad de la nada; no se de donde salían ni de donde venían ni a donde iban;
realmente estaban en el medio de la nada; y seguro que vivían o trabajaban por ahí. Realmente una vida muy distinta a la que uno cree que se debe vivir; esas cosas que uno ve que te hacen pensar... que no hay un reglamento para vivir la vida; sino que cada uno hace lo propio; y no hay q ofuscarse cuando nuestros destinos no van con lo que la sociedad supuestamente pretende de nosotros.
Bueno; después del discurso filosófico; llegamos a Iruya; y había un montón de gente que alquilaba sus casas esperándo; nosotros ahí conocimos a un hombre; Celestino; un señor muy tranquilo; con un gorrito simpático; medio viejito; medio gordito.
Arreglamos un precio ya que eramos 12, y nos fuimos con el hasta su casa; que quedaba en una callesita super angosta. Compartimos habitación y dormiamos de a dos en las camas; teníamos dos baños; y estabamos solo nosotros. Después de acomodarnos masomenos y dejar las cosas; nos fuimos a caminar un poquito por Iruya; nos encontramos con criaderos de chanchos; y un río camino a San Isidro por el cual nos metimos a tomarnos unos mates y a disfrutar del Sol. Quisimos buscar para almorzar y después de bastante trabajo encontramos unos sandwiches de milanesa que estaban ricos; eran gigantes y super baratos!! Después volvimos a lo de Celestino y nos pusimos a organizar la cena; Celestino no tenía platos asique comimos todos cual animalitos de la misma cacerola, con tenedores; jajajaja;eran unos fideos hechos un poco por mami; un poco por ari; un poco por mi; un poco por todos!! Era muy tranquilo Iruya; un pueblito de montaña realmente con muchas subidas y bajadas todo el tiempo; todo de piedra. Compramos unas cervezas y unos vinos para hacer el podridito ya habitual; y después de muchas charlas y risas y cosas bizarras; nos terminamos yendo a dormir, porque al otro día el plan era ir a San Isidro si llegabamos.... bueno; no había mucho plan; era una idea, pero había que dormir a fin de cuentas :) Días tranquilos en el norte; ya teníamos el ritmo de esa parte de la Argentina adentro....