viernes, 22 de enero de 2010

Dia 16 - Tupiza / Villazon / La Quiaca

Dia 15 - Tupiza

Dia 14 - Villazón / Tupiza

Este era finalmente el día de la separacíón. Por la madrugada y sin mayor escándalo, nuestros "amigos" de La Plata se levantaron y se fueron de lo de Yiovanna mientras nosotros reposabamos. De a poco nos fuimos levantando todos y Ema, Guille, Lu y Diego se iban firmes para Tupiza, para seguir subiendo, Ari y yo ibamos a volver para Yavi a pasar una noche, y despues ya emprender el regreso a casa que se venía postergando, ya desde Humahuaca que veniamos diciendo "nuestro último día", pero ya los plazos no eran tan flexibles. Nuevamente, el puchero de nuestors amigos y nuestra falta de convicciones acerca de volver a Buenos Aires (y de cruzarnos a los densos de La Plata que se iban para Yavi), renunciamos a ese pueblo, para seguir un día mas con nuestros amigos, y despues de preparar todo, y de manera sorpresiva, nos quedamos en Bolivia un par de días más. Fuimos para la terminal de Villazón, y nos encontramos a Mami y Sherpa q estaban por comprar pasaje al mismo destino, las cargadas y la alegría no se dejaron esperar, ahi estaba la familia casi completa (faltaba Rob), viajando de nuevo. Guiovanna despues de una maniobra medio turbia para comprar los pasajes supuestamente mas baratos, desapareció sin que la podamos saludar, y así medio a las apuradas nos subimos a un micro en Villazón camino a Tupiza.

Los viajes en Bolivia merecen un capítulo aparte, al igual que las rutas, al igual que muchas cosas. Era subirse a un micro escolar repleto de gente, con cumbia y musica de los 70 y 80 a todo lo que da, gente con cara de cansada como vi pocas veces, todos con mucho equipaje, ¿A donde llevan tantas cosas los bolivianos? Todo lleno de tierra, las ventanas cerradas oprque las rutas no tienen asfalto y lo que no se cierra es polvo que se come. Amortiguadores es un concepto desconocido, los riñones y la cabeza, entre otras cosas; van camino a la destruccion en esos viajes. Además por los caminos, los micros, y un poco de todo (y los micros no van lento, le clavan al acelerador incluso en las peores curvas), para hacer 400 km en Bolivia estás 12 horas. Es realmente meterse en una cápsula del tiempo que te traslada a un àís muy distinto al nuestro, y en algún punto, muy igual y mucho mas auténtico en algunas cosas que Argentina.

Después de ese viaje donde el Sherpa cantaba Bon Jovi al lado del chofer y nosotros estabamos en el fondo amontonados intentando sobrevivir a los saltos del viaje, y charlando, llegamos a destino, y nos dispusimos a buscar un Hostel. Después de averiguar un poco, nos decidimos por uno, que lamento no recordar el nombre, pero no me voy a olvidar de la gente de ese lugar porque pse unos días inolvidables. Nos instalamos, y muy cansados del viaje, caminamos por Tupiza, un pueblo chiquito, parecido a todo el norte Argentino, pero ya con los puestitos que vendían Salchipapa (salchicha, platano frito, papa frita y una salsa misteriosa), las ferias de bolivia, los mercados, las fritangas en la calle, etc. Compramos muchas verduras y Mami nos hizo una Lasagna casera INCREIBLEEEEE, y tuvimos una noche tranquila, porque entre el viaje, y el cansancio y que era la última noche del Sherpa teníamos ganas de nosotros nomás. Tanto queria a mis amigos del norte que me lleve una marca de ellos, y boludeando con Guillem y el Sherpa, me cai al piso y me abri la pera. Me llevaron al hospital de Tupiza todos dramatizados, y me atendieron unas estudiantes de medicina. Yo ingenua, le dije que me ponga la gotita, pero aparentemente, este invento revolucionario no cruzo la frontera y me querian cocer. Yo me negué rotundamente, y me terminaron haciendo un vendaje medio rústico, mientras afuera me esperaban todos escandalizados como si me hubiera hecho una fractura expuesta. Cuando estaba todo bien, y despues de un chequeo de Lu en el hospital, nos volvimos al hostel para comer nuestra ríquisima lasagna, porque viajamos de mochila, pero con Mami comiamos Gourmet!! y nos fuimos a dormir después de una charla divertida como Mami y Guillem, que al otro día el Sherpa se iba y con Ari también nos ibamos para Villazón de nuevo para emprender camino a Buenos Aires (o eso decíamos al menos)....